Addendum, ampliaciones y descartes a la pieza «Aquí hay un punto negro».

Ampliación. Acción de reparto de «Hechos probados». Entrega a algunos de los transeúntes por la zona de un fragmento de la sentencia judicial. Cada folio llevaba adherido un trozo de tela o papel negro de forma irregular.

Ampliación. Hombre anuncio. Paneles de madera con algunos carteles adheridos de la serie «Naciones Unidas es una calle de muerte» y velados con pintura negra.

Ampliación. Colocación en el lugar de 13 pizarrines negros.

Ampliación. Iniciativa a favor de la incorporación de un punto negro al catálogo de patrimonio histórico artístico de Vitoria-Gasteiz, en calidad de «Monumento a una víctima de violencia de tráfico». El punto en cuestión es el punto negro situado en el cruce de Avenida de Naciones Unidas con calle Labastida.

La iniciativa se concreta en el desarrollo de los siguientes trabajos:

Estudio de significación. Contexto en el que se produce esta iniciativa. Origen del punto negro. Adecuación del elemento a una concepción contemporánea de «monumento» (del latín monumentum: obra pública y patente en memoria de alguien o de algo). Un elemento con mayor carga simbólica que coste y afectación material a la vía pública (prácticamente nulos).
Estudio técnico. Descripción y acotación técnica del elemento propuesto como monumento. Trabajos de consolidación del punto actual. Dimensiones (profundidad 1 cm, y diámetro 30 cm). Materiales a emplear (brea enriquecida con pigmento black de Stuart Semple). Ubicación exacta. Señalización si procede (no procede). Requisitos de conservación y mantenimiento. Presupuesto.
Recogida de firmas a favor de la integración del citado punto en el catálogo de patrimonio histórico artístico de la ciudad de Vitoria-Gasteiz.

Cartel de la inciativa. Octubre de 2022.

Addendum. Fragmento del estudio municipal de velocidades en diferentes tramos de la Avenida Naciones Unidas de Vitoria, realizado un mes después del homicidio de Irene. Un porcentaje altísimo de conductores, 15% en sentido Jundiz y 30% en sentido centro circulaban por encima del límite legal de velocidad (50 km/h) en el punto exacto en el que fue atropellada mi hija. Esa fue la influencia que tuvo nuestra tragedia en la conciencia y el estilo de conducción de los automovilistas de la zona. Nula.