
“Banal / Hutsala. Después de Irene #10”.
Baliza derribada junto al paso de peatones en el que mataron a mi hija. Fotografía realizada tres años después.
Balizas de tráfico a lo largo de la Avenida Naciones Unidas. Fotografiadas de 2019 a la actualidad. Índice silente pero clamoroso del nivel de violencia vial que soportamos los vecinos de Zabalgana en Vitoria-Gasteiz.
These bollards exist to discourage drivers from performing certain manoeuvres near crossings. They were put there by the city council after Irene’s death. If you brush or hit these bollards, you are performing a very dangerous, even reckless manoeuvre. Then, you are indeed a violent fellow at the wheel, a moral idiot, a potential murderer. Someone like you killed my beloved daughter. Someone like you has poisoned my and my family’s existence.
Zure jokabideak izen bat dauka: indarkeria gidatzean.
Solo me queda una lucha y contra un enemigo. La persona que mató a mi hija, la persona que puede matar mañana mismo a mi hijo, la persona que puede matar mañana mismo a tus hijos.
Imperativo moral: Conduce por la calle en la que mataron a mi hija como te gustaría que condujera yo por la calle que atraviesan tus hijos todos los días. Conduce por esta calle que atraviesa todos los días mi hijo, el hijo que me queda, como te gustaría que condujera yo por la calle que atraviesa todos los días tu hija.
El interés de los conductores no se compadece con el de los peatones. Los conductores quieren circular con fluidez. Los peatones que no los atropellen y maten.
Unos pocos veréis morir a vuestros hijos para que la mayoría pueda seguir dándose el gusto de correr.
A ti, futurista amante de la velocidad, te hago una pregunta: ¿cuántos atropellos mortales te parecen pocos? ¿la muerte de tus propios hijos te parecería un precio aceptable a pagar?